Las Valkirias de Paulo Coelho




Tu mente charla todo el tiempo: sobre todo, te recuerda cosas del pasado, o problemas que tienes que arreglar en el futuro. Pero ésta que habla, que canta obsesivamente esa canción con la que despertaste, que no se calla, en realidad es la segunda mente, la que no te permite concentrarte, la que estorba la meditación, la que te atormenta con pensamientos tóxicos, de alarma, de angustia, que repasa una y otra vez tu lista de pendientes, que te recuerda continuamente cosas o amores que quisieras olvidar, capturándolos y haciéndote mirar hacia atrás, o que está tan excitada esperando algo bueno que está por acontecer, que parlotea incesante sobre esa felicidad que vendrá… el día de mañana. Así, tenemos dos mentes, que funcionan al mismo tiempo. Entre las enseñanzas que Took, el joven Iluminado del desierto de Mojave, transmite a Chris, la esposa de Paulo, está precisamente la manera de aplacar a esa segunda mente para poder disfrutar el aquí y el ahora, el momento presente, que en realidad es el único que tenemos. ¡Cuántos momentos hermosos pasan desapercibidos! ¡Cuántos instantes se van para siempre sin ser realmente valorados! ¡Qué necia insistencia de vivir colgados del pasado y preocupados por el futuro! Todo por escuchar la charla incesante de nuestra segunda mente, y no abrir el corazón, mirar al horizonte y verdaderamente apreciar el momento presente. Controlar la segunda mente es entonces un imperativo, no sólo para reducir los niveles de estrés, sino para abrirnos al mundo que nos rodea, percibir su belleza, disfrutar de quienes amamos y avanzar en la senda de nuestro propio crecimiento espiritual. Pero, en palabras de Took: “La segunda mente no es fácil: trabaja independientemente de tu voluntad (…) Para vivir en el presente, debes controlar tu segunda mente…” ¿Cómo hacerlo? El mismo Took te lo dirá, cuando te sumerjas en el mundo increíble que Paulo Coehlo dibuja en Las Valkirias. Por lo pronto, recuerda: todo lo que tienes es el aquí y el ahora: no dejes que se te escurra como arena entre los dedos…

Publicado el diciembre 22, 2010 por comlasvalkirias

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