Toneladas

Fotografía: Juan Ponte




-quince…, veinte…, a veces treinta… - me decía Don Pedro.

- lo qué? - preguntaba yo constantemente, a su vez me repetía… este tipo está loco.

- quince, veinte…   quince…, ahora treinta pibe.

Ahora me animare a preguntarle me dije.
Comencé muy bajito, tanto, tanto, que ni yo me escuché, la primera vez.

- quince, veinte, treinta que Don Pedro? – le dije.
- pero mijo, hable más fuerte. No sabe que soy medio sordo. No de tanta vuelta y escúcheme bien.

Ésta lo intentaré más alto. Aunque hay algo que no me deja…. Internamente lo grito tan fuerte. No entiendo. Por qué cuando atraviesa mis delgadas cuerdas vocales no logra salir con la misma intensidad? Qué estoy haciendo mal?

- quince, vein..t…e, tr…e..i..nta q.u…é D.on P…e..dr..o?
Esta vuelta, ni siquiera me escuchó. Qué és lo que pasa? Qué es lo que me pasa?
Qué es lo que le pasa a Don Pedro? Qué quiere?

Esto me sucede todos los días hace veinte años y cada día lo grito más fuerte en mis entrañas y sale más bajito. A estas alturas sin sonido por mi boca. Si yo hablo normal, me comunico medianamente bien. Qué es lo que no me permite preguntarle esto que repite como un loco hace tantos años?

Ahora… me pregunto... dije veinte años? Escuche bien?
Veinte años hace? Veinte años quiero preguntar algo y no he logrado que mi boca, mi corazón, mi espíritu, mi ser, mi alma, mi cuerpo, mi mente, mi todoooooooooooooooooooooooo responda!!!
Veinte años… escuche bien?
-Veinte años muchacho – contesta Don Pedro -  Veinte años no es nada, al menos hoy te has dado cuenta.

Largue un llanto tan pero tan profundo que comenzó en una angustia acumulada por esfuerzos de veinte años de preguntas que se condensaban en tres números, tres números que significaban mucho para mí y no tanto para Don Pedro.

Quince toneladas cargué en un principio, pensamientos, basura!
Quince toneladas de basura comencé a cargar en mis comienzos para pasar a veinte y según Don Pedro debo de sentirme afortunado, solo logre duplicarla en dos décadas.
Hay personas que aumentan exponencialmente esa basura y mueren tapados por ella.

Sus últimas palabras fueron sentite dichoso, sos un pibe muy afortunado, a las treinta te diste cuenta y sólo tú puedes comenzar. Este es tú principio, tú comienzo de vaciarte todo.
Un primer paso es; que comiences a gritar todo lo que venís acumulando.
Toda esa basura que no te deja hablar y que tu interior expresa tan claramente y que tú interior quiere sacar hacia afuera y tus cuerdas vocales, según tus pensamientos no te permiten.
Grita muchacho… grita una vez y se termina el problema.

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